“El niño que lee, será un adulto que piensa”, recientemente leí esta frase o más bien máxima, y no he logrado encontrar a quien se le atribuye en mi búsqueda por internet. Sin embargo, ha estado resonando en mi cabeza como una idea persistente durante varias semanas. He pensando sobre la importancia de la misma y de especial importancia este mes, que iniciamos un nuevo año escolar, porque como padres responsables, este año escolar, hemos hecho la solemne promesa de hacerlo mejor que el año pasado. Así que quiero ayudarte con algunas estrategias sencillas que pueden favorecer le lectura, el estudio y la curiosidad de tus pequeños hijos escolares.
Doctor Lasso!, usted no es educador!, tampoco eres psicólogo, cómo se atreve usted a promover lectura y hablar sobre temas educativos!, pero mi querida lectora, quiero recordarte que somos los pediatras, el primer contacto con las madres y las familias antes de la etapa escolar?; Los pediatras y los médicos de atención primaria, estamos llamados a ser promotores de la lectura con nuestros pacientes, en nuestras comunidades, en nuestros círculos sociales y en las redes sociales. La lectura es un recurso educativo y es un entretenimiento. Favorece el desarrollo adecuado del lenguaje, la escritura, la gramática, la imaginación, la creatividad. De manera, que promoverla favorece la salud mental, la educación y un adecuado proceso de pensamiento de nuestros niños en formación, si es bien orientada, estimulada y supervisada.
La lectura es un proceso que nos permite desarrollar nuestro potencial intelectual y desarrollar nuestra inteligencia. Esta valiosa herramienta nos permite adquirir información y moldear nuestros procesos de pensamiento. Es una capacidad propia y exclusiva de los seres humanos y que nos distingue del resto de los seres vivos.
Curiosamente los países de alto nivel de desarrollo son los que tienen los índices más altos de lectura de su población en todas las edades. En los países desarrollados, los niños que son expuestos a la lectura desde los primeros 6 meses, favorece su interés por las letras y su significado; favoreciendo así los procesos de comunicación y más adelante el desarrollo de un lenguaje rico y diverso en el niño. La cultura por la lectura en nuestra sociedad más tolerante, más culta y orientada a su desarrollo social, favoreciendo la igualdad de todos sus miembros, la equidad, la justicia y crecer conscientes de la diversidad de los seres humanos. Crear sociedades respetuosas de la naturaleza y del medio ambiente; así como personas más conscientes del impacto de sus acciones en el entorno y respetuosas de todos los seres vivos.
La lectura en nuestro medio, suele ser vista como un recurso escolar, para la adquisición de conocimiento, para alcanzar una meta académica o para prepararse para un examen; por esta razón es postergada por muchos padres, hasta que el niño alcanza la edad escolar. Es una actividad que lamentablemente, en la mayoría de los hogares panameños, solo se realiza durante el periodo escolar y durante los meses de vacaciones escolares, ni padre ni sus hijos se acercan a un libro, porque es visto como un objeto demoníaco o peligroso. Mucho de este sentir se debe a malas experiencias durante la infancia en nuestra estapa escolar, a situaciones traumáticas durante el proceso escolar de algunos niños con trastornos del neurodesarrollo y a la falta del reconocimiento de trastornos específicos del aprendizaje. Otro factor que incide en nuestra apatía colectiva hacia la lectura y las letras en general, son las causas socio-económicas, debido al costo prohibitivo de los libros de lectura para algunos hogares.
Como ya mencioné en un párrafo anterior, muchas cualidades que nuestros niños pueden desarrollar y mejorar a través de los procesos de lectura, como por ejemplo: la imaginación, ya que la lectura nos permite transportarnos mentalmente al pasado o a mundos imaginarios, vivir, sentir y conocer situaciones fuera de la realidad de nuestro entorno; la lectura estimula la creatividad; favorece los procesos de pensamient; mejora nuestro lenguaje; mejora la ortografía; nos aporta información y conocimiento; enriquece nuestra cultura; nos permite estructurar nuestros argumentos, mejorando nuestro debate y nuestra redacción.
Particularmente en los niños, la lectura favorece el desarrollo de los procesos de aprendizaje, el desarrollo motor-lingüístico, social y emocional del menor. Está demostrado que si la lectura se estimula desde la primera infancia este hábito perdurará por el resto de la vida del individuo. Pero la llave más importante para el desarrollo de la misma, no es la escuela, ni el colegio, ni la tarea, ni el examen…. sino el hogar. Los padres constituyen la pieza fundamental en el desarrollo y el gusto por la lectura. A mayor nivel intelectual y grado académico de los padres mayor será el desarrollo del lenguaje de los pequeños y mayor será la adherencia por la lectura. La lectura en la primera infancia favorecerá la relación del niño con sus padres y abuelos; los momentos de lectura serán de gran satisfacción tanto para el niño como para el adulto porque están envueltos de gran afectividad.
Creo que te he convencido mi estimado lector de que debes estimular la lectura de tus niños, pero Doctor Lasso: ¿Cómo hago, si ha mi, no me gusta leer? No te preocupes, hay remedio, al hacerlo, te tengo la formidable noticia que cuando ayudes a tu hijo, también te ayudarás a ti mismo y despertará un gigante dormido debido a las lecturas obligatorias del programa escolar; que cortaba nuestros gustos e intereses individuales y por una nota escolar, nos forzaban a leer la Odisea, Don Quijote de la Mancha o el poema del mío Cid (no me malinterpretes, los clásicos son los clásicos; pero quizás no es la lectura que estimule las mentes de esta generación digital, con acceso a internet y al video de YouTube). Realmente creo que nuestra educación debe ser más creativa e innovadora, pero esto es material para otra publicación.
Finalmente, ¡cómo estimulamos la lectura en nuestros niños! que esa fue la razón para comenzar a leer este artículo, aquí vamos con los 12 tips para estimular la lectura en nuestros niños:
- La lectura bajo ninguna circunstancia debe ser utilizada como castigo.
- La lectura en los niños no debe ser de carácter obligatorio. Debemos fomentar que sea espontánea, por iniciativa del niño. Debería estar orientada a los intereses particulares y gustos del menor.
- Inicialmente debemos fomentar la lectura con el ejemplo, el niño en su hogar debe ver que sus padres disfrutan de la lectura y deben existir libros a su alcance, vistosos con ilustraciones que despierten su curiosidad e imaginación.
- Para fomentar la lectura en sus pasos iniciales, podría ser en grupos para que sea amena y divertida, especialmente en las etapas pre-escolares.
- Cuando el niño haya adquirido el hábito o el gusto por la misma, debemos estimularla con sus intereses particulares, gustos y pasatiempos; siempre el tiempo de lectura en éstas situaciones debe ser establecido por el niño.
- El libro o la lectura debe ser acorde a las capacidades intelectuales del niño, a su edad, si el niño no comprende lo que lee o el significado de las palabras, no podrá ser divertido, y la lectura no tendrá el resultado que buscamos de ella.
- La lectura debe ser un proceso agradable, no debe existir crítica, descalificación, evaluación, ni debe ser generador de stress.
- Sensibilizar al niño y al adolescente en los objetivos de la lectura; es decir explicar el propósito particular: es para tu bien, es para tu conocimiento, es para tu educación, es para tu cultura, es para que te sientas más seguro, es para estimular tu inteligencia, es para que desarrolles tu propio criterio, es para que conozcas este periodo de la historia, es algo que ocurrió en nuestro país, es una historia de nuestra familia o es para desarrollar tu empatía, tu sentido común o tu coeficiente emocional.
- La lectura debe ser reforzada con una conversación sobre sus sentimientos y opinión personal sobre el tema; si se llenaron sus expectativas, ¿qué te pareció el personaje principal?, ¿qué te pareció el final?, ¿qué cambiarías de la trama o qué hicieras diferente?
- Se pueden organizar actividades familiares o pequeños grupos de amigos con dinámicas de clubes de lectura, cadenas de libros, cuenta-cuentos, pic-nic de libros con orientación de lecturas apropiadas para las edades de los niños.
- Visitar Bibliotecas o Librerías y permitir que el niño se ponga en contacto con estos ambientes y pueda escoger un libro de su preferencia.
- Leer un libro a la vez, el exceso de oferta puede hacer que el niño pierda el interés o el enfoque y no concluya la tarea. Más no es mejor. Estimada señora, menos es más.
Quiero concluir en relación a este interesante tema, que existen evidencias suficientes que demuestran el impacto de la lectura en la infancia y en todas las edades de la vida del individuo, la misma nos permite mejorar nuestros procesos de pensamiento, comunicación y socialización. Podríamos confirmar que efectivamente que “el niño que lee hoy, será un adulto que piensa y el adulto que lee, fue un niño con imaginación y creatividad”. Hasta el próximo número!